¿CÓMO PREPARAMOS NUESTROS SABORES?
Desde la invención y comercialización del primer cigarrillo electrónico poco antes de 2010 y su posterior revuelo mundial, quedan muchas preguntas y dudas en los ojos del público con respecto a su nocividad y toxicidad.
Lo que podemos afirmar hoy, respaldados por estudios farmacológicos, es que inhalar un cigarrillo electrónico es un 95% menos nocivo que fumar cigarrillos tradicionales. Esta conclusión se da en el 100% de los estudios toxicológicos realizados a diversos modelos y marcas actualmente en el mercado a nivel mundial.
Además, ningún equipo de análisis utilizado actualmente en la investigación es técnicamente capaz de detectar sustancias nocivas a largo plazo en los productos (aprobados) utilizados durante la creación de vapor de un cigarro o cigarrillo electrónico.
Por supuesto, lo más sencillo sería no vapear ni fumar, pero este concepto revolucionario nos permite por primera vez divertirnos sin matarnos pero también deshacernos gradualmente de la nicotina sin estrés.
Un cigarrillo tradicional tiene su propio estilo, parece utilizar elementos naturales como papel y tabaco, visualmente no presenta ninguna modificación o peligro. Sólo durante el procesamiento y la fabricación de un cigarrillo se añaden al tabaco varios cientos de sustancias químicas que, una vez secas, se vuelven invisibles e imperceptibles.
A esto se suma la combustión que activa otras sustancias nocivas.
Cuando lo pensamos seriamente, podemos decirnos que estamos inhalando tabaco aromatizado ardiendo en nuestros pulmones y debemos tener en cuenta que la composición, la “receta” para fabricar un cigarrillo sigue siendo legalmente desconocido hasta el día de hoy.
Por el contrario, el líquido que permite la existencia del cigarrillo electrónico es oficialmente conocido y visible en cualquier sitio web oficial. No existe ningún secreto de fabricación sobre de qué están hechos estos líquidos y los ingredientes se encuentran en cantidades muy pequeñas: propilenglicol y glicerina vegetal (que mantiene el líquido en vapor), agua destilada, saborizantes alimentarios y posiblemente nicotina.
En XO HAVANA compramos las materias primas utilizadas para componer nuestros sabores a un proveedor conocido mundialmente desde hace décadas y especializado en el desarrollo de sabores alimentarios.
SABORES
Nuestros sabores se fabrican en Francia en un laboratorio. Para la composición de nuestra gama utilizamos únicamente aromas alimentarios certificados, glicerina vegetal y propilenglicol (PG/VG). Ofrecemos dos opciones: Sin o Con Sal de Nicotina, lo que permite que las personas que no quieren nicotina utilicen nuestros productos. Los sabores sin nicotina se recomiendan para personas que nunca los han ingerido y para personas que ya no quieren utilizarlos.
Los sabores del cigarro electrónico XO Havana han sido certificados y aprobados oficialmente por la SGS (Société Générale de Surveillance, Ginebra).
NICOTINA
Nuestra nicotina líquida es fabricada por un proveedor reconocido que sólo utiliza productos estrictamente regulados, y trabajamos mano a mano para ofrecerte la mayor calidad del mercado. Todos los productos que contienen sal de nicotina han sido probados clínicamente y aprobados oficialmente.
PRODUCTOS
Nuestro cigarro electrónico reciclable tiene la certificación RoHS, esta directiva limita seis ingredientes peligrosos en la fabricación de productos eléctricos y electrónicos. RoHS ayuda a reducir el daño a las personas y al medio ambiente en los países en desarrollo, donde lamentablemente termina gran parte de los desechos electrónicos. RoHS también ha aportado muy buenos beneficios para la salud a los empleados de la industria electrónica en los departamentos de fabricación y creación de prototipos.
También cuentan con la certificación SGS, lo que garantiza que todos los productos cumplen con los estándares internacionales.
Y finalmente, nuestros productos cuentan con la certificación CE, lo que significa que cumplen con las directivas europeas sobre seguridad del consumidor, salud y legislación medioambiental.